miércoles, 12 de diciembre de 2012

Vacunas para viajeros

VIAJEROS



Ante un viaje programado, sea con fines turísticos o por negocios, se deben tener en cuenta contar con las vacunas habituales para edad, tanto de niños como de adolescentes y adultos, y también vacunas llamadas especiales, de acuerdo al destino y tipo de estadía.

Por ejemplo: ¿Tiene al día las vacunas contra...?

1-  Tétanos (contenida en la doble bacteriana, triple bacteriana y otras?

2-  Sarampión, rubéola y paperas? Hay destinos de viaje en Sudáfrica, algunos países de Europa adonde hay circulación de Sarampión importante.
3-  Hepatitis A, B?

4-  Fiebre amarilla: hay zonas de riesgo en AMERICA DEL SUR: zonas de  BOLIVIA, PERU, ARGENTINA, ECUADOR, COLOMBIA, VENEZUELA, BRASIL, LAS GUAYANAS (en zonas determinadas) AFRICA SUBSARIANA. También algunos países la piden como requerimiento para ingresar a ese país.
5-  FIEBRE TIFOIDEA (diarrea por salmonella)

6-  Polio: algunos países donde hay riesgo de adquirir dicha enfermedad (Nigeria, Pakistan)

7-  Meningococo: hay zonas con mayor riesgo de contagio, o viajes con estadia en campus de estudio, universidades, etc.

VACUNA VPH


VACUNA VPH



Tanto la vacuna bivalente (Cervarix®) incluida en el calendario nacional para niñas de 11 años( toda la cohorte nacida a partir del 1 de enero de 2000) como la vacuna cuadrivalente Gardasil® pueden aplicarse a partir de los 9 años de edad sin edad máxima determinada. La vacuna cuadrivalente también puede administrarse a varones a partir de los 9 años. Estas edades han sido recientemente aprobadas por ANMAT para Argentina.
Es importante que se cumpla el esquema de 3 dosis dentro del lapso de 1 año de iniciado el esquema, aunque si se sobrepasa dicho lapso no estaría recomendado reiniciar la vacunación. Si bien hay estudios en marcha de 2 dosis (México, Canada e India) todavía no hay suficiente evidencia para indicar esquemas reducidos de dichas vacunas.

Los estudios de inmunogenicidad y eficacia tienen un seguimiento actual entre 7 años (para vacuna tetravalente) a 9,4 años (para vacuna bivalente) con muy buenos resultados hasta el momento, mostrando una eficacia del 98 a 100% para prevenir CIN 2/3 causado por VPH 16 y 18: observándose persistencia de anticuerpos neutralizantes(con mayor titulo observado para vacuna bivalente), evidencia de inmunidad cruzada para otros genotipos no contenidos en la vacuna.

Es importante precisar que no está determinado el valor de corte de título protector de Ac neutralizantes y que los diseños de los estudios de ambas vacunas disponibles no son comparables debido a diferencias de diseño, criterios de inclusión, etc. También ambas vacunas han demostrado un muy buen nivel de seguridad. La vacuna tetravalente además protege contra condilomas y ha mostrado según estudios recientes (que continúan) disminución de cáncer intraepitelianal grados 2 y 3, en hombres que tienen sexo con hombres.

En EEUU se ha extendido la vacunación a niños de 11 años como estrategia adicional ya que la adherencia en niñas, incluida en calendario, va desde un 45 % para la primera dosis a menos de un 30 % para las 3 dosis.
En estudio una vacuna nonavalente en Fase 2, aunque faltan varios años para poder contar con la misma.
Se deberá continuar con tamizaje adecuado a esta nueva era vaccinal, como prevención secundaria para evaluar eficacia y continuar con prevención secundaria del CCU.

ALERTA por aumento de casos de enfermedad invasiva por Haemophilus influenzae tipo B

ALERTA  por aumento de casos de enfermedad invasiva por Haemophilus influenzae tipo B



Durante el primer semestre de 2012 se registró un 70% más de casos de enfermedad invasiva por Hib que el año anterior a igual semana epidemiológica en Argentina
La enfermedad invasiva por Hib incluye meningitis, septicemia, epiglotitis, neumonía, artritis séptica, celulitis, osteomielitis y pericarditis.

El H. influenzae es un patógeno exclusivo del hombre. Cepas de Hib pueden ser portadas asintomáticamente por el 1-5 % de la población; la tasa de portación es menor en adultos y niños jóvenes y mayor en niños en edad preescolar. La colonización con cepas no capsuladas es aún más común.
Las cepas no capsuladas producen comúnmente otitis media, bronquitis y sinusitis y solo muy raramente son responsables de enfermedad invasiva. Por el contrario las cepas capsuladas, muy frecuentemente el serotipo b, son las principales responsables de las diferentes formas de enfermedad invasiva, siendo la meningitis la más común y severa. 

El riesgo de enfermedad es mayor entre los 6 y 12 meses de edad; más del 85 % de enfermedad invasiva ocurre en menores de 5 años y más del 65 % en menores de 2 años.

Los niños más pequeños son más susceptibles a la enfermedad invasiva probablemente por ausencia de anticuerpos contra el polisacárido capsular que se adquieren entre los 2 y 5 años de edad, mientras que antes de los 6 meses se mantiene parte de los anticuerpos maternos; por lo tanto, las infecciones graves por Hib, se presentan generalmente entre los 6 y 24 meses de edad.

La alimentación materna, mantiene, en parte, el nivel de anticuerpos adquiridos en forma transplacentaria, hasta los 3 meses de edad.
Los factores de riesgo asociados son los defectos de inmunidad, tabaquismo pasivo, tipo de lactancia, hacinamiento familiar, número de hermanos, asistencia a guardería y nivel socioeconómico bajo.

La vacunación con base poblacional desde 1997 permitió, por el efecto de rebaño, disminuir la portación nasofaríngea y la enfermedad invasiva por Hib.
Con el objetivo de controlar esta enfermedad, se recomienda enfáticamente mejorar las coberturas de vacunación del Calendario Nacional, particularmente la del refuerzo de los 18 meses de vida, pues es la última oportunidad de vacunar a los niños para prevenir la enfermedad invasiva. sensibilizar la sospecha clínica y notificación ante la detección de signos y síntomas compatibles con la enfermedad; garantizar la investigación epidemiológica y las acciones de control ante todo caso sospechoso en forma inmediata.

Todo niño que no es vacunado, resultará en un incremento de los susceptibles a la enfermedad que se irán acumulando en el tiempo, y que trasmitirán la enfermedad a los otros niños susceptibles. De este modo, resulta imprescindible no perder oportunidades de vacunación en ninguna edad ni grupo de riesgo.